martes, 11 de diciembre de 2012

Crónica:




Voluptuosas o no son mujeres bellas


Mientras se mira en un espejo,  de perfil y de lado, se imagina ver el reflejo de una mujer esbelta, de medidas perfectas de pronto esa imagen cambia. ¡Rayos! susurra levemente, vuelve a mirar a la mujer que es. Ella mientras se mira piensa que la blusa aprieta su busto, siente que se asfixia. ¡Ohm! (suspira) le gustaría volar los rollos a los costados de la cadera que saltan sobre el tiro bajo del jean recién comprado,  el pantalón semi-descaderado divide su torso de sus piernas, aquella cinturita se convirtió en sus dos llantas delanteras, sus caderas se desinflaron. Su postura inclinada dibuja un cuerpo rendido,  como si estuviera cargando en su espalda el peso de un bulto imaginario y surge de repente un ligero dolor en su espalda. 

Frente su espejo, como tantas otras mujeres, ella ensaya una imagen nueva de sí misma, cierra sus ojos una y otra vez quiere verse hermosa, sin conseguirlo se inclina pensando en aquella mujer detrás del espejo. La sicología asegura que si una mujer se mira al espejo para ver si logra ser otra, es porque la psiquis femenina se siente asechada por la sociedad, ¡te ves gorda!, ¡eres linda, pero te verías mucho mejor si adelgazaras!, este juego emocional afecta seriamente a la persona femenina, provocando que esta cuando se mire en el espejo quiera ser otra, más delgada, más linda, más joven.

De repente, suena el teléfono. Ella se aleja, sonríe y piensa en esa frase que leyó en algún momento, en una revista que estaba en la sala de espera de su dentista, “Lo inusual de las figuras femeninas es que representan a la vez lo profano y lo sagrado del amor”.

¡Hola!.. !Sí!, hola Lizbeth ¿Cómo estás?, la conversación dura alrededor de 30 minutos, cuelga el teléfono. Antes de salir a la calle alista su bolso, guarda su lo indispensable en una mujer su maquillaje, coge con su mano derecha su cartera y la lleva a su hombro y sale apresuradamente en busca del primer taxi que la conduzca a tomar un cafecito con sus viejas y queridas amigas.

Al llegar a la casa de Lizbeth, ella pregunta al taxista - ¿Disculpe, Cuanto le debo?- a lo que el taxista responde son dos dólares señora, algo grosera paga y sale del taxi pensando que si se ve tan señora o es una vez más su cuerpo voluptuoso que le hace aparentar unos años de más.

Algo nostálgica, piensa en su apariencia. Las mujeres pasan gran parte de su tiempo pensando en su apariencia, anhelando ser aquella figura femenina que mira en los medios, es actriz de cine de medidas perfectas o solo le bastaría ser la chica de la valla publicitaria que vende la belleza femenina, de repente se detiene, siente sed compra una coca cola en la tienda contigua a la casa de Lizbeth, mientras camina, va tomando su gaseosa percatándose que el envase tiene una forma singular, como el talle de una mujer de medidas perfectas. ¡Ash! hasta en la coca cola, es inevitable pensar en el 90-60-90 dice, desde pequeña esa figura me ha perseguido. 

Sus ojos se quedan quietos sin siquiera parpadear, viene a su mente que no hace mucho la compañia Coca Cola cumplió 100 años dentro del mercado,  había escuchado que la leyenda, de que la botella de Coca-Cola está inspirada en la figura de la mujer, el envase tiene la peculiar imagen femenina de busto y caderas pronunciadas con torso delgado, según la leyenda se dice que está inspirada la imagen de la botella contour pues basada en el cuerpo curvilíneo de la actriz Mae West enfunda en una falda de tubo, claro está que la transnacional niega rotunamente,  pero si fue una de las primeras compañías en  mostrar el cuerpo femenino al desnudo, en 1891 aparecieron las “Coca-Cola Girls”,   interesaría al sector masculino por introducir desnudos y una vez más utilizar la figura femenina para vender su producto.
Ya en la casa y junto a sus amigas, mientras toman el cafecito de la tarde con unas ricas empanadas de tiesto, las cinco chicas como en la serie “Sex and the City” a la ecuatoriana, hablan de sus problemas diarios, de sus alegrías, tristezas, de sus romances de esos amores que las han cambiado por caras lindas de cuerpos delgados a lo que Angie la colombiana de caderas pronunciadas, en forma de risa, para hacer reír a sus amigas, manifiesta que aunque sean flacas son serranas pequeñas y sin cola. Angie dice que después de dar a luz, su vida cambió, me hinche más de la cuenta, me cuesta trabajo conseguir la ropa que me gustan, siempre tengo el problema con mis caderas, siento complejo porque  no puedo encontrar tallas grandes que sean bonitas, porque la ropa bonita simplemente no está hecha para personas como yo. 
Damaris se siente ofendida con lo que alude Angie, ¡pequeña y sin rabo!,  ¡yo! soy una de ellas dice no me considero una modelo mucho menos una voluptuosa, creo que como yo de alguna manera todas nos hemos sentido perjudicadas por los prototipos, no he sentido rechazo por como soy pero de alguna manera me he acomplejado porque no tengo ni senos ni caderas, no solo las gorditas sienten problemas para encontrar ropa, yo tengo los mismo problemas a veces tengo que buscar mi ropa en la sección junnior en las tiendas de ropa y eso para mí sí que es un serio problema.

Ella se ríe, mientras piensa que no solo las gorditas sienten que los prototipos de la mujer perfecta les afectan emocionalmente. Una vez más, recuerda que no hace mucho escucho que las voluptuosas en el medio evo constituían la belleza de aquella época, a lo que exclama ¡que tal sería haber vivido en la edad media!, se ríe, sería asechada por hombres que quisieran llamar mi atención ¡mmm!, claro está durante la Edad Media engordar era símbolo de riqueza, las mujeres así demostraban que no tenían que trabajar y que ostentaban salud, actualmente la obesidad es considerada una especie de epidemia que provoca miles de muertes debido a enfermedades derivadas del exceso de peso. 

Lizbeth manifiesta con relación a lo que Damaris dijo,  pese a no ser tan gorda, las medidas de mi cuerpo son desproporcionales, habla de su busto, como un serio problema. Al igual que muchas de las mujeres, me encanta ir de compras, pero es un caos escoger algo que me quede, trato de buscar blusas flojas para que no se vea tanto mi busto, tiendo en ocasiones a usar bufandas que me tapen   me encantaría lucir modelos de ropa bonitos pero no encuentro a mi medida.

La figura voluptuosa actualmente, no vende. Lo que hoy tiene éxito y se vende es un cuerpo delgado, ágil y esbelto, salud  entre comillas, siempre ha habido motivos ocultos detrás de cada prototipo de belleza hay quienes creen que si se quiere incrementar el índice de la natalidad a su vez demuestra ostentosidad, se muestra un cuerpo voluptuoso y quienes creen que si se quiere mostrar cuidado de la imagen, exaltación de la juventud y tiempo libre para cuidarse físicamente se muestra un cuerpo con unas dimensiones de 90-60-90. Los medios de comunicación, la sociedad en si influyen mucho en el cuerpo perfecto de una mujer como dice Darwin Cadena las medidas perfectas 90-60-90 actualmente constituyen una meta para la mujer, cuyo fin no es solo verse bellas sino también ser aceptadas por la sociedad. Por otro lado los medios de comunicación se apropian de la figura femenina para vender productos por ejemplo un shampoo, dice Darwin mientras se ríe, la figura de la mujer perfecta podría decir que ahora es una mercancía para la sociedad, cree que la búsqueda del cuerpo perfecto ha provocado que muchas mujeres opten por cirugías estéticas, que en muchos casos acaban con sus vidas.

Ella mientras escucha atenta la versión de sus amigas, no puede dejar de imaginar en el prototipo perfecto, desde que se vio en el espejo no ha descansado tan solo un instante pensando en ¿Cuál es la mujer perfecta? Pregunta en voz alta, todas se quedan quietas y en seguida sueltan a manera de coro una carcajada,  enseguida cada una de las chicas da su propia opinión, todas coinciden en lo que dice Anita una chica risueña, quien se siente orgullosa de ser como es, no niega que se ha sentido acomplejada varias veces, por cuerpos esbeltos si me bajonea un poco esa cuestión, pero cree que las personas no valen más si son flacas o gordas, no hay un cuerpo perfecto depende de cada persona, a la final no importa el estuche sino su esencia.

Rumbo a su casa,  ella siente que está satisfecha, no sabe si fue el haber estado con sus amigas, estar las cinco juntas reunidas como antes, pero lo que si sabe es que su apariencia no siempre dice lo que es su ser, ya no se sentirá frustrada con el cuerpo que tiene. Se detienen a verse en el espejo y mira, que no hay otra sino ella misma detrás del espejo, que aunque a veces desee ser otra su misma persona será aun más bella que la otra, se mira una y otra vez en el espejo pensando que lo hermoso de ser mujer es simplemente ser mujer, no necesito de cirugías, ni de prototipos dice, para que otros me envidien, me amen lo que necesito es simplemente ser yo misma.
   

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